Si lo que queremos es organizar un plan de inversión con horizonte temporal
ilimitado (por ejemplo en el caso de familias acomodadas cuyo objetivo es
que su capital acumulado pase a las siguientes generaciones, de
instituciones y fundaciones etc) y teniendo que ocuparnos también de
ingresos, gastos, seguros y planes de jubilación lo correcto sería
trascender el concepto de inversión puntual al de planificación financiera.
Consistiría en tener en consideración nuestro patrimonio actual y todas
nuestras fuentes de ingresos y gastos actuales y futuros y ver los
excedentes/necesidades que vamos a tener a nivel financiero. Si nos sobra
mucho, podremos invertir con más riesgo, sino deberemos ser prudentes. Las
variables a tener en cuenta deberían ser:
A nivel cuantitativo, intenta estimar, entre otras, las siguientes
variables:
- Nivel de ingresos actuales.
- Previsión de los ingresos corrientes futuros.
- Previsión de los gastos corrientes futuros.
- Previsión de gastos extraordinarios (estudios de hijo, boda, etc).
- Capacidad de ahorro para capitalizar el patrimonio financiero e inmobiliario.
- Contribuciones para la jubilación (seguridad social, planes privados)
- Contribuciones a previsión sanitaria
Teniendo en cuenta todas estas variables estableceremos las pautas de
ahorro para cubrir nuestra jubilación y otros riesgos, como un despido,
enfermedad,… Es por esto último que también debemos incluir dentro de
nuestra planificación la necesidad de contratar un seguro de despido,
accidente si se es autónomo, de vida si nuestro cónyuge gana menos y no
podría hacer frente a los gastos que le quedarían,…
Una vez sepamos nuestra planificación, ya estaremos preparad@ para
INVERTIR
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